Abrí los ojos y pude oler a mar. Sonreí. Me di la vuelta y me desperecé. Diez y media. El mar estaba en calma y alguna ola rompía en la orilla. Me asomé al balcón. Silencio. Una leve caricia de la brisa en mi casa. Las olas y algunos pájaros de la mañana. »Te amaré, te amaré, hasta el último momento» La voz de Laura Pausini resonaba en mi cabeza. Increíble.
Eché de menos sus redondos ojos negros.